La Cueva Negra continua aportando a la comunidad científica internacional valiosa información sobre el comportamiento de los primeros homínidos, consolidándose como un lugar clave para el conocimiento de la evolución humana y para el estudio de la Paleontropología. Así lo ha asegurado el profesor Michael Walker, acompañado del concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, Óscar Martínez, durante la presentación de las conclusiones de la 29 campaña de excavación realizada en este yacimiento caravaqueño.
Por su parte, el edil de Cultura ha agradecido “la implicación continuada de la Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario (MUPANTQUAT) en favor de la investigación y la divulgación de ‘La Cueva Negra’, compromiso al que deberían sumarse las administraciones regional y nacional por el potencial y proyección mundial de este yacimiento, situado en el estrecho del Río Quípar de la pedanía de La Encarnación”.
Con cerca de un millón de años de antigüedad, la cueva fue en su origen frecuentada por seres humanos que dejaron huellas de su presencia en forma de restos del fuego y un hacha de mano, siendo ambos los más antiguos de Europa, además de otros útiles paleolíticos y abundantes restos de fauna. Hasta la excavación de la Cueva Negra no habían sido hallados en Europa ni restos del fuego ni tampoco un conjunto paleolítico con un hacha de mano ‘achelense’ en sedimentos del Pleistoceno Antiguo.
Entre los restos aparecidos este año, cabe destacar una variada industria lítica, similar a la aparecida en otras campañas, que muestra un tratamiento y procesado del material muy llamativo y avanzado para la época tan antigua en que fue frecuentado el abrigo. En cuanto a los restos de fauna, aparecen numerosos restos de micromamíferos que aportan información biocronológica, así como también restos de grandes mamíferos de los que se pueden extraer conclusiones sobre los modos de vida y subsistencia del ser humano de tan remota época.
“En la campaña del 2018 hemos recogido restos paleolíticos como implementos de sílex con retoque. También han sido recuperados restos de los animales que fueron la base de subsistencia de los cazadores y recolectores que habitaban la cueva, desde mamíferos grandes a animales menores”, ha destacado Walker. La cueva ha proporcionado una interesante fauna, con notable presencia de restos de especies extintas de rinoceronte, elefántidos (probablemente mamut), bisonte, un cérvido gigante, gamo, corzo, caballo, caprinos, jabalí, macaco, conejo, liebre, ardilla, erizo, pika, ratas de agua, musaraña, tortuga, lagartija, rana, sapo, culebra, y 66 especies de aves. La identificación de 7 especies de aves acuáticas implica la cercanía de pantanos y la presencia de bosque ribereño.
Durante los casi treinta años de investigación en la cueva, los diversos trabajos de investigación efectuados por científicos de renombre internacional en la cueva y elaborados posteriormente en sus laboratorios, especialmente en Berkeley (EE.UU), han aportado resultados asombrosos en relación con la definición cronológica del depósito sedimentario en la cueva.
La gama de técnicas, junto con el dominio del fuego, amén del aprovechamiento de recursos minerales y biológicos presentes, ofrece una visión importante sobre la destreza manual, la aptitud técnica, y sobre todo, la versatilidad cognitiva de los frecuentadores del yacimiento hace casi un millón de años. Estos aspectos han atraído la atención del mundo científico en diversas publicaciones de referencia como la prestigiosa revista internacional ‘Historical Biology’, así como del divulgador Manuel Pimentel y su productora ARQUEOMANÍA, cuyo programa se emite por La 2 de TVE, que han rodado un documental de la cueva durante la presente campaña de excavación.
“Debido al enorme interés internacional suscitado por la antigüedad del fuego descubierto en 2011 y de la profundidad del sedimento del Pleistoceno Antiguo final acumulado encima, mantenemos una entusiasta colaboración con numerosos científicos internacionales y nacionales, algunos de los cuales han efectuado visitas personalmente, y otros estudian en sus laboratorios muestras enviadas”, según ha señalado el profesor Michael Walker. Entre las colaboraciones recientes, destacan las realizadas por paleontólogos de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid o el Berkeley Geochronology Center de California.
Para la realización de las campañas de excavación que se llevan a cabo cada verano, la Asociación MUPANTQUAT tiene un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz y la Universidad de Murcia. La Cueva Negra es idónea para la preparación científica de alumnos y licenciados, tanto biólogos como arqueólogos y antropólogos.
Fuente: Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz